Momentos en la vida que muchos definen como el destino, para mí no son más que coincidencias, a veces extraordinarias y otras curiosas, muchas cosas que no te percatabas hasta que tomas conciencia de algo y es cuando te fijas en aquello, como cuando iba en el colegio y nos enseñaban cosas que casi enseguida veía que pasaban en mi vida cotidiana, coincidencia que cuando nos enseñaron que existían dos tipos de senadores, el congreso decide que ya dejaban de existir los senadores vitalicios y quedaban sólo los elegidos en sufragio.Eso sólo es una anécdota pequeña, ni comparada con otras cosas que coinciden en nuestras vidas que a veces no son muy agradables como cuando hace algunas noches tuve, más que un sueño, una pesadilla. Recurrente en mis sueños es el mar, y en esa ocasión soñé que un tsunami arrasaba con mi ciudad, yo en el segundo piso de mi casa veía junto a mis hermanos como el mar llegaba hasta allí, pero sólo lograba inundar la planta baja, fue un alivio para mí hasta que recordé en el sueño que abajo se encontraba mi papá... Eso más o menos soñé, y al otro día llegó mi papá del trabajo (trabaja en el mar) y me dice que una ola enorme salió del mar y arrasó con las casas que estaban enfrente, en serio, me decía. Obviamente todo esto era en broma, aunque él lo contaba como si hubiese pasado de verdad, incluso las 500 personas que quedaron debajo del mar. Una broma, eso es todo, pero yo recordé lo que justamente había soñado la noche anterior, así que para mí no fue tan gracioso.








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