Otra historia de mi papá. Veíamos una película con mi hermana en el living, mi papá va a la cocina y llega comiendo una pera, la mira y con aire de nostalgia nos pregunta
-¿Saben por qué yo como siempre tantas peras?
-No, ¿por qué? -preguntamos nosotras.
-Cuando era niño tenía muchas ganas de comer peras, pero allá no llegaban. Entonces un día llegó un tío con unas peras y las repartió entre todos y a mí me dio un pedazo así y lo encontré tan delicioso.
Nos conmovió mucho este relato, pero el continuó contándonos.
-En el campo se daban unas peras silvestres pequeñas y nosotros nos las teníamos que comer verdes, porque cuando iban a madurar... ya nos las habíamos comido.
Súmenle la gracia y supuesta tristeza con que nos contó eso...








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