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Son afortunados aquellos a los que Eros no olvidó unir. Enamorarse es muy lindo, quizá uno de los sentimientos más idílicos que hay. Pero todo es hermoso sólo al principio, conocer a aquella persona, tratar de conquistarla, las miradas, los mensajes, todo lo que intentas hacer sólo por verla o estar con ella y esos breves momentos en que captas su atención. Pero con el tiempo cuando nada sirve para que Eros termine su trabajo o éste vuelve a hacer de las suyas flechando a quien queremos, pero con otra persona, todo cambia, ese sentimiento que por tanto tiempo amamos y nos hizo sonreír con lo más mínimo, nos provoca lo contrario, la alegría se transforma en amargura y sólo deseamos deshacernos de él, olvidar a aquella persona y no sufrir más por alguien que no nos correspondió, pero todo lo que intentemos no sirve de nada, porque olvidar es una de las cosas más difíciles que hay, sobretodo cuando el recuerdo es más fuerte.
Sólo queda esperar que Eros nos vuelva a hacer las cosas fáciles y flecharnos otra vez con la mirada puesta en una nueva persona, para al fin hacernos olvidar como si nada de lo de antes hubiese pasado y esperar que las cosas resulten como en los cuentos de hadas o... que la historia se repita.Y lo mismo sucede cuando flecha a dos personas, pero una de ellas termina con el encantamiento mientras que la otra continúa amándola.
4 comentario(s):
Ha llegado el momento de odiar.
T_T
Es triste porque es verdad T_T
¬¬ xD
Córtala, anónimo. Si sigues te bloqueo :(
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